Coldplay
Palau Sant Jordi.Barcelona. 6 de septiembre 2008

P o r  F e r n a n d o  G o n z a l e z

Creo que Coldplay, por su poder de convocatoria, es la banda del momento. Para muchos su música es comercial o demasiado empalagosa, para otros en cambio es un grupo que hace buenas canciones con sofisticadas melodías.
Para la presentación en Barcelona de su cuarto disco, Viva la vida and death or all his friends(título inspirado en una obra de Frida Khalo), la banda convocó a 18.000 personas en el Palau Sant Jordi, luego de tres años de su última actuación por estas tierras, aunque previo a esta gira europea, el cuarteto británico liderado por Chris Martin realizó una mini presentación de su nuevo disco en mayo, en las ciudades en donde fue grabado: Nueva York, Londres y Barcelona.
De entrada se podía predecir que la exhibición ante un público que esperó durante meses este concierto iba a ser emotivo y vibrante, y la banda lo entendió de esa manera exprimiendo las ganas de conectar con su gente hasta el extremo.
En un buen comienzo con el instrumental "Life in Technicolor", los londinenses Chris Martin (voz, guitarra y piano), Jon Buckland (guitarra), Will Champion (batería), y Guy Berryman (bajo) desplegaron su música detrás de un telón transparente, con sintetizadores y guitarras fundiéndose con percusiones africanas y enganchando a continuación el hit "Violet Hill" al que sucedieron "Clocks", "In my Place" y "Speed Of Sound", clásicos de su carrera que fueron intercalando durante todo el concierto.Todos estos temas levantaron las voces y los celulares de los presentes.
Continuaron con "Cementeries of London", "Chinese Sleep Chant" y “42”, esta última según dijeron en la conferencia de prensa que “nació para llenar un espacio que nos quedaba y fue parte de nuestro continuo esfuerzo por aglutinar 5 canciones en 1".
Luego el himno generacional de X&Y, "Fix You", un hito en la trayectoria de la banda, hizo cantar a todo el mundo hasta perder la voz…
Con un sonido impecable durante toda la actuación, la banda entregó lo mejor de su repertorio en la noche de Barcelona.
Como escenografía la portada del disco ocupaba el fondo. Imagen impactante de la libertad guiando al pueblo, cuadro del siglo XIX de Eugène Delacroix, conformaba una elegante y austera puesta en escena, con haces de luz de rayos láser, acompañada de seis esferas que a su vez eran pantallas en las que se proyectaban imágenes y le daban al show luz y color.
Luego de tocar "Strawberry Swing" el grupo ingresó por una de las dos pasarelas que se metían en el medio de la multitud hasta una plataforma en la que en formato de mini concierto interpretaron "God Put a Smile Upon your Face" y "Talk", con un piano, una guitarra y una batería electrónica. Luego Chris Martin solo con su piano interpretó "The Hardest Part", entre algunas bromas y falsetes.
Llegó el clímax con "Viva la Vida", el momento arrollador de la noche, y el público coreó a toda voz el “oooh ooooh oooh oooh oooh” y llegamos a la conclusión que Coldplay ya tiene su propio himno de estadio…
Luego "Lost", una de las mejores canciones en vivo, siguió con ese clima apoteósico.
Chris Martin, líder indiscutido de la banda, es un buen frontman, muy comunicativo y hablador con la gente a pesar de su limitado castellano, (“mi español is fucking terrible”, dijo), corrió de un lado al otro por las pasarelas laterales, y se ganó al público con su carisma, a veces tocando la guitarra y otras sentado al piano. De repente aparecieron sorprendiendo al público de las plateas en un pequeño escenario de la primera bandeja del estadio para cantar entre la gente! Y allí dieron otro mini recital en formato acústico y ante el delirio de todos interpretaron "The Scientist", en el mismo tono hicieron la canción country "If I should fall from grace with god", y, como regalo, el baterista Will Champion cantó un tema inédito "Death will Never Conquer".
De vuelta en el escenario comenzaron la recta final con toda la fuerza de "Politik", y el clima de fiesta de "Lovers In Japan" con una lluvia de mariposas de papel fosforescente que inundaron de color todo el recinto.
Finalmente se desplegó una lona con la inscripción “VIVA” cuando tocaron el tema "Death and all his Friends", con el se despidieron bajo una ovación impresionante.
El único bis fue "Yellow", coreado por miles de voces fue un final ideal para un concierto arrollador.
El poder de Coldplay radica en su particular sonido, sobre todo en las melodías, en el buen gusto de los arreglos y en la estructura simple de los temas, pero no en el virtuosismo individual de los músicos, ni en el desarrollo instrumental de las canciones, aunque este último trabajo fue concebido como una obra pop casi sinfónica y con varios toques étnicos, haciendo una apuesta por lo musical , pero lo cierto es que han dejado atrás el riesgo de convertirse en solo un grupo comercial de efímero éxito. Viva la vida y viva Coldplay!