Set List:
1. Love And Only Love
2. Powderfinger
3. Born In Ontario
4. Walk Like A Giant
5. The Needle And The Damage Done
6. Twisted Road
7. Singer Without A Song
8. Ramada Inn
9. Cinnamon Girl
10. F*!#in' Up
11. Mr. Soul
12. Hey Hey, My My
(Into The Black)
13. Roll Another Number





NEIL YOUNG AND CRAZY HORSE
EN VIVO

Por Martín Kaplan
dmartinkaplan@yahoo.com.ar

Barclays Center, Brooklyn, New York
3 de diciembre de 2012
Bandas soporte: Everest, Patti Smith

Ver a Neil Young y Crazy Horse en vivo genera muchas sensaciones pero, en especial, dos que parecerían contradictorias.  Por una parte el espectador sabe que se va a encontrar con una formación de músicos que hace ya mucho tiempo definieron un sonido y un estilo inconfundible, basado en la dialéctica conformada por las profundas letras de Neil Young y la potencia y estridencia de un rock de guitarras distorsionadas y potentes batería y bajo, al que algunos califican como predecesor del grunge.  Por otra parte, desde el inicio del show se pueden observar aspectos de carácter teatral, que proporcionan un clima único e inesperado al espectáculo.

Antes del show principal, hizo las veces de soporte Patti Smith quien, por la potencia de su voz y su despliegue sobre el escenario, no denota sus actuales 66 años.  Entre los 8 temas que compusieron su repertorio, pudimos escuchar dos de su última placa, Banga, así como clásicos de su primera época como “Dancing Barefoot” del disco Wave y los temas con los que cerró su presentación: “Land” y “Gloria” del mítico Horses.  Tal vez los puntos más altos del show fueron la interpretación del clásico “Because the night” y el cover de Neil Young “It´s a Dream”, como para anticipar lo que estaba por venir.  Smith, con su energía, mantuvo hipnotizado al público durante toda su presentación.

Con respecto al show de Neil Young y Crazy Horse, el mismo comienza con la entrada al escenario de un grupo de hombres vestidos con largos guardapolvos blancos que recorren el mismo al ritmo de “A Day in the Life¨ de los Beatles, tema que alguna vez interpretara Neil Young junto a Paul McCartney en el festival Hard Rock Calling.  Estos “técnicos” se encargaron del armado final del escenario, entre lo que se pudo ver el procedimiento consistente en quitar las fundas de los amplificadores gigantes que se encontraban a los costados de la batería, amplificadores mediante los que, en parte del show, se filma a la banda desde detrás del escenario, proyectando las imágenes en las pantallas gigantes con forma de viejos televisores que flanqueaban el mismo.  Para acompañar el efecto, al frente de la banda se ubicó también un micrófono acorde a las proporciones de los amplificadores señalados.
Luego del himno de los Estados Unidos, cantado por el estadio completo, la banda abrió con una potente y extensa versión de “Love and Only Love” del disco Ragged Glory, seguida por “Powderfinger” del álbum Rust Never Sleeps.  A continuación llegó el momento de la presentación oficial del nuevo disco de la banda, Psychedelic Pill, con “Born in Ontario” y tal vez una de las mejores canciones del disco, “Walk Like a Giant”, la que finalizó con solos de guitarra, feedback, distorsión y una tormenta que hizo girar papeles y otros elementos sobre el escenario, y sobre la banda.  Más tarde se escucharían otros dos temas del nuevo disco: “Twisted Road” y “Ramada Inn”.

Para el deleite de quienes gustan también de ese Neil Young despojado de toda distorsión, solo con su guitarra acústica y armónica, el show continuó con la interpretación de “The Needle and the Damage Done”, del legendario álbum Harvest y escrita para quien fuera el primer guitarrista de Crazy Horse.  Con el mismo formato también llegó “Twisted Road”. El cambio a un formato acústico no implicó una baja en la intensidad o energía del show ni en su recepción por parte del público, que ovacionó estos temas con igual o mayor entusiasmo.
Como si fuera poco, y para continuar sorprendiendo con el cambio de formato musical, Young se trasladó al piano para cantar un tema inédito, cuyo título podría ser, según la letra del mismo, “Singer Without a Song”.  Mientras interpretaba dicho tema, una mujer recorrió el escenario con un estuche de guitarra en mano, representando las palabras que el intérprete regalaba al público presente.
Volviendo a la estructura clásica con Crazy Horse, el show continuó con poderosas versiones de “Ramada Inn”, “Cinnamon Girl” del disco Everybody Knows This Is Nowhere y “Fuckin' Up”.  Otra de las joyas de la noche fue la interpretación de “Mr. Soul”, del segundo disco de Buffalo Springfield.
Para cerrar el show la banda eligió uno de sus temas icónicos, “Hey Hey, My My (Into the Black)” inmortalizada en Rust Never Sleeps.
El bis consistió en “Roll Another Number”, del disco Tonight's the Night.

Después de aproximadamente dos horas llegó el final del show, las luces del estadio se encendieron, y todos quedamos con la misma sensación: un gigante había pasado por el escenario.