S Y M F O R C E  I I
Tilburg, 23 de Agosto 2008
p o r  R a f a e l  P i ñ e i r o  V i l l a r

Sin cumplir todavía el año de vida, y bajo un calor sofocante, la segunda edición del festival organizado por nuestro compañero John Bollenberg ha vuelto a cumplir sobradamente las expectativas que certificaron el éxito de la anterior. De nuevo escenificada en el popular 013, esta peculiar y maratoniana jornada de rock progresivo nos ofrecía de entrada nuevos alicientes respecto a la del pasado año.
De similar modus operandi en lo referente a la organización; cuatro formaciones en cada una de las tres salas, con una duración media de 1´15 h. por actuación; el explosivo cartel que conformaba el programa, sí daba más alternativas a un público más juveníl esta vez.
Si el Symforce I se empapó, básicamente, en ondas retro, este segundo ha buscado alternar esa esencia fundamental con el estilo más dinámico y presente que rodea al género, como es el metal.
De nuevo llegados de diferentes lugares del viejo continente, las doce bandas que dieron vida al Symforce II ofrecieron recitales más que interesantes. De su país, Bobo se trajo varias: Hypnos 69, Quantum Fantay y Kriminal Hammond Inferno, a las que agrupó en la pequeña Bat Cave junto a los ingleses Solstice; grupo que nos proporcionó el único toque femenino de la tarde-noche, representado con sus dos bellas vocalistas.
La mediana Kleine Zaal, sala en donde los repertorios más emotivos se dieron cita, fué asaltada por los noruegos Magic Pie, los genesianos The Watch desde Milán, y el veteranísimo sexteto Alquin junto a la nueva reencarnación de Plackband, bautizada ahora como PBII; dos colosos del progresivo holandés de mediados de los setenta.
Y por último, en la gigantesca Dommelsch Zaal se agrupó a cuatro bandas exponentes de la buena salud que goza el actual prog-metal europeo. Por una parte, los nativos Textures y el francés Nicolas Chapel con su novel proyecto Demians, y como plato principal, y en gran parte “culpables” del lleno absoluto en las gradas, los dos grupos que en Suecia mejor cultivan este campo, Pain Of Salvation y Opeth.
A diferencia de la ya lejana primera visita, la calle contígua sí estaba abarrotada de gente antes de abrirse las puertas. A las seis en punto teníamos entrevista con Martín Méndez y junto al revuelo inicial, la cosa se presentaba más acelerada todavía. Sin apenas tregua para saludar y situarse, de nuevo otros anfitriones daban el pistoletazo de salida. Las dobles guitarras de Textures aparecían en escena y los privilegiados aprovechábamos ese nuevo pasillo para prensa delante mismo de las tablas; desde luego que una idea bien pensada después de ver el aluvión de photopass que se concedieron para este dia. Con Pendragon o The Flower Kings aún gozamos de cierta movilidad entre las primeras filas, pero quedaba claro que con formaciones como Opeth o los huéstedes de Daniel Gildenlow, la aglomeración de puños y cuernos acabarían por estropearnos la mejor visión posible...

…No paseis por alto el reportaje completo, junto a abundantes fotografías y entrevistas, que os ofreceremos de ambas ediciones en el próximo y cercano número 37.