NEXUS
Metanoia
record runner, 2001, 72:21
Histórico
segundo disco de Nexus, ya considerado como candidato a disco
del año en todo el mundo.
El
mejor disco del año? ¿El mejor disco de la década
en Argentina? ¿En los últimos veinte años?
Sin dudas. Estamos ante una de esas obras que seguramente
no sólo trascenderá entre las de artistas argentinos,
sino que casi por primera vez se pone a la par de los mejores
exponentes del género en todo el mundo y despierta
explícitos signos de admiración por parte tanto
de la prensa especializada como de los oyentes más
exigentes.
Y
esto no es casualidad. Desde su aparición en el ciclo
de recitales de Mellotron de 1997 el impacto causado por la
banda aún sigue recordándose y su debut Detrás
del Umbral, lanzando en marzo de 1999, fue una de las más
valiosas producciones realizada en años por artistas
argentinos. Desde allí en adelante todo fue un continuo
ascenso para este magnífico quinteto, con participaciones
en los festivales más importantes del mundo, como el
Baja Prog, el Near Fest, o el Mex Prog, y en todos logrando
ovaciones de pie. Entusiasmados por este recibimiento internacional
los miembros de Nexus se propusieron lanzar un disco que exprese
su evolución con un grado de exigencia enorme, tanto
en las composiciones como en la calidad de grabación
del álbum, y por supuesto en la performance de cada
uno.
Estábamos
avisados. Se sabía que algo importante surgiría
de estas sesiones. Pero así y todo Metanoia superó
todas las expectativas. Una obra maestra de principio a fin.
El disco no corta con el tono ominoso del primero, sino que
aumenta, expande y profundiza la propuesta expresada en aquel
fascinante primer trabajo. Cuando comenzamos a escuchar el
primer tema "Eterna Recurrencia" -una breve introducción
electrónica a lo "Echoes" de Pink Floyd-
el clima ya evidencia su denso tono, hecho que se continúa
en el siguiente tema "Grito Primal", otra breve
pero contundente pieza, con un espectacular trabajo de Lalo
Huber en teclados y Carlos Lucena en guitarras. El álbum
propiamente dicho comienza con el tercer tema, "Metambo".
Desde el obsesivo patrón programado en teclados, pasando
por el espectacular ingreso del bajo de Daniel Ianniruberto,
hasta la impactante aparición de la batería
de Luis Nakamura, más la gran presencia de la voz de
Mariela González, el tema es una apabullante muestra
de lo que se puede ahora sí llamar "progresivo-argentino".
Un
ritmo de malambo es proyectado a un terreno sinfónico
por los arreglos de teclados y un sobresaliente solo de Carlos
Lucena, creando un clima que preanuncia los tantos momentos
inolvidables que tendrá el disco. En el tema ya notamos
algo que se prometía: la excelente calidad de grabación.
Resultado de una obsesiva labor en estudio y de muchísimas
horas de trabajo allí (más que las económicamente
recuperables en este estrecho mercado) la nitidez y variedad
de los sonidos es en gran parte responsable del placer que
ofrece Metanoia en todo sentido.
"Planeta
Herido" es otro de los grandes momentos. Un instrumental
que encuentra a Lucena brillante, casi como un potencial Steve
Hackett en "Starless" de Crimson, y un clímax
final extraordinario.
Poco después aparece uno de los temas más extensos,
"Despertar Dentro de un Sueño (Metanoia Nivel
1)". Aquí la banda desarrolla toda su capacidad
instrumental en una de las composiciones más complejas,
de gran dinámica, con tres subtemas, y una línea
melódica de enorme belleza. Mariela canta con gran
pasión la soberbia letra, apoyada por la solidez del
apoyo del grupo y por primera vez un trabajo coral de gran
impacto aparece en el disco. Este arreglo vocal es uno de
los tantos signos de la evolución de la banda, ya que
innova notablemente en este aspecto en relación a su
trabajo anterior. Luego de la sección vocal aparece
uno de los mejores momentos instrumentales del disco, con
un Huber sencillamente brillante, utilizando el piano y el
sintetizador a la par creando instantes de gran intensidad,
hasta el clímax del solo de moog. La base de Ianniruberto
y Nakamura se excede a sí misma en este tema, creando
infinidad de patrones rítmicos sobre los cuales desarrollar
la dinámica melódica de la composición.
Un tema simplemente memorable.
La
calma llega con "Hacia la Luz". Los tonos casi góticos
de la introducción dan lugar a una hermosa melodía
junto a la guitarra acústica (un muy bienvenido elemento
en el sonido de Nexus) y una labor vocal de Mariela nuevamente
diferente a las dos participaciones anteriores, de tono más
lírico. El ingreso de la banda en pleno lleva el tema
a un terreno épico, para volver bruscamente al arreglo
original hasta el conmovedor cierre.
"Metanoia (Metanoia Nivel 2)" es uno de los temas
más antiguos del disco. En sus previas encarnaciones
fue presentado en varios recitales, incluyendo una memorable
versión en el Near Fest 2000, con un público
extasiado. La cantidad de cambios de ritmo y melodía,
de tono y de arreglos que posee la pieza la hace una de las
más brillantes muestras de la capacidad instrumental
de los cuatro músicos de la banda. Un clásico.
"La
Tentación del Mundo" muestra nuevamente a Mariela
en otro gran trabajo, respaldada por un sobrio apoyo de la
banda, privilegiando más la línea melódica
de tono dramático del tema antes que la pirotecnia
instrumental. El hermoso solo de Lucena eleva lo emotivo de
la pieza, que finaliza con un clímax conmovedor y un
sorprendente cambio de ritmo y tono.
"En las Manos de Dios" es el tema más extenso
del disco y se subdivide en cinco secciones (tres de ellas
instrumentales), alcanzando casi dieciséis minutos
de duración. Luego de "Desesperación",
un excelente inicio instrumental, "Resignación"
muestra una Mariela González tensa, obsesiva, para
relajar su ruego en "La Plegaria", un pedido de
sentido a la vida expresado a Dios. El hermoso final de esta
sección se une en los siguientes diez minutos a uno
de los mejores momentos en la carrera de Nexus. Tanto "La
Transmutación" como "Las Manos de Dios"
son sublimes instrumentales con enormes solos de Lucena y
Huber, de enigmático tono casi oriental.
Los
temas pasan de un sutil toque acústico en guitarra
al más potente riff de guitarra eléctrica y
teclados en cuestión de segundos. El cambio es la esencia
de las dos secciones. La cantidad de sonidos logrados por
la banda en este disco permite que esta dinámica sorprenda
constantemente. Y si hasta los once minutos ya estábamos
impresionados con el tema, la sección final de "Las
Manos de Dios" muestra quizás al mejor pasaje
de Lucena en la banda, con un clima que nos recuerda -nada
menos- al solo de Hackett en "Firth of Fifth". Sencillamente
sublime. Lograr un momento así sería para otra
banda la razón de ser de su carrera y para Nexus es
sólo otro de los antológicos momentos de la
suya.
"El Mensaje" es un breve tema de treinta segundos,
con un trabajo vocal masculino sobre un clima logrado por
el piano. Poco después aparece un trabajo en guitarras
acústicas a lo "primer Genesis" para iniciar
"El Nexo Universal" uno de los más relajados
temas del álbum, como una coda. El solo de bajo fretless
de Ianniruberto otorga un nuevo elemento al sonido del álbum
y muestra otro recurso armónico diferente que encaja
muy bien con el clima de himno del tema. Una balada delicada
deliciosa.
Como
virtual cierre de este increíble álbum volvemos
a encontrar a Ianniruberto a cargo de un obsesivo bajo, abriendo
el tema "Tan Cerca del Fuego (Metanoia Nivel 3)",
con un excelente arreglo que permite al minuto el ingreso
del hammond de Huber en la sección "La Vorágine".
"Detener el tiempo" retorna a la melodía
de "Dentro de un Sueño" con diferente letra,
como una especie de recorrida circular por otros pasajes del
disco. El tema cierra con "La Revelación"
una breve y fastuosa pieza para concluir la canción
y dar lugar a "Eterna Recurrencia Cero", una vuelta
a los sonidos espaciales del inicio del álbum.
Lalo Huber ha compuesto un disco sencillamente de antología
en la historia del rock progresivo sudamericano. Así
ya lo están considerando los más importantes
periodistas en nuestro continente y en el mundo. Y Nexus ha
creado un sonido inmejorable, logrando una interpretación
perfecta con un sonido -a cargo de Ianniruberto y Huber- que
sentará nuevos niveles de producción en el género.
Metanoia es simplemente uno de los más grandes orgullos
musicales que surgieron últimamente para los argentinos.
Quizás desde Crucis hasta aquí, lo mejor producido
desde nuestro país. ¿Es mucho? ¿es poco?
Sólo hay una respuesta. Escucharlo. Y disfrutarlo,
que es lo mismo.
Indispensable.
Andrés
Valle
|